El Contrato de Alquiler Perfecto: 7 Cláusulas que Debes Incluir para Protegerte

Como propietario que se aventura en el mundo del alquiler, ya sea tradicional o temporal, sabes que un buen contrato es tu mejor aliado. Más allá de un simple acuerdo, el contrato de alquiler es un documento legal crucial que te protege y establece las reglas claras para ambas partes. En Youhomey, entendemos la importancia de cada detalle, y por eso te presentamos 7 cláusulas esenciales que no pueden faltar en tu contrato de arrendamiento para asegurar una relación fluida y resguardar tu propiedad. Un contrato bien redactado es la base de una relación arrendataria exitosa. No solo previene malentendidos, sino que también te ofrece un respaldo legal ante cualquier eventualidad, garantizando la tranquilidad y seguridad de tu inversión.  

Cláusulas Imprescindibles en tu Contrato de Alquiler

   

1. Identificación Clara de las Partes y del Inmueble

  Parece obvio, ¡pero es el primer paso! Asegúrate de que el contrato de alquiler incluya:

• Datos completos del arrendador y arrendatario: Nombres, apellidos, y documentos de identidad.
• Descripción exacta del inmueble: Dirección completa, número de registro (si aplica para alquiler turístico), superficie.
• Inventario detallado: Una lista completa del mobiliario y equipamiento incluido. ¡Incluso mejor si adjuntas un inventario fotográfico!

 

2. Duración del Contrato y Posibles Prórrogas

  Esta cláusula define el tiempo que durará el alquiler. Es crucial especificar:

• Fecha exacta de inicio y fin.
• Si se trata de un alquiler de temporada (por estudios, trabajo, etc.), es fundamental que la temporalidad esté justificada y plasmada claramente para evitar que se interprete como vivienda habitual.

 

3. Renta, Forma de Pago y Actualizaciones

  ¡Aquí es donde se detalla el aspecto económico! Incluye:

• Importe exacto de la renta.
• Frecuencia de los pagos: Mensual, semanal, etc.
• Forma de pago: Transferencia bancaria, domiciliación.
• Fecha límite para cada pago.
• Una cláusula sobre cómo se revisará la renta anualmente, si aplica (ej. vinculada a índices como el IPC para alquileres temporales).

 

4. Fianza y Otras Garantías Adicionales

  La fianza es obligatoria por ley, pero puedes pedir más seguridad:

• Fianza legal: Su cuantía suele ser de una o dos mensualidades de renta, según el tipo de alquiler.
• Depósito de la fianza: Recuerda que debe depositarse en el organismo autonómico correspondiente (por ejemplo, el IVIMA en Madrid).
• Garantías adicionales: Considera solicitar:
  • Aval bancario.
  • Depósito adicional.
  • Seguro de impago de alquiler. ¡Una capa extra de protección!

 

5. Cláusula de Mantenimiento y Uso del Inmueble

  Vital para la conservación de tu propiedad. Debe especificar claramente las responsabilidades del inquilino:

• Mantenimiento ordinario y conservación del inmueble (pequeñas reparaciones: bombillas, grifos).
• Prohibición expresa de realizar obras o modificaciones sin tu consentimiento escrito.
• Obligación de devolver la propiedad en el mismo estado en que se entregó (salvo el desgaste normal).

 

6. Subarriendo y Cesión del Contrato

  Para evitar sorpresas desagradables:

• Incluye una cláusula que prohíba expresamente al inquilino subarrendar o ceder la vivienda, total o parcialmente, sin tu autorización escrita. Esto te da control total sobre quién reside en tu propiedad.

 

7. Causas de Resolución del Contrato

  Esta cláusula detalla las situaciones que pueden llevar a la finalización anticipada del contrato por incumplimiento. Algunas causas comunes son:

• Impago de la renta o la fianza.
• Realización de obras no consentidas.
• Subarriendo ilegal.
• Actividades molestas, insalubres, nocivas o ilícitas en el inmueble.
• Incumplimiento de cualquier otra cláusula pactada en el contrato de alquiler.

En Youhomey, sabemos que redactar un contrato de arrendamiento completo y legalmente sólido puede ser abrumador. Por eso, te animamos a buscar asesoramiento profesional o considerar el apoyo de plataformas especializadas que te ayuden a confeccionar un contrato que te dé la tranquilidad que necesitas. Un buen contrato es la piedra angular de una gestión de propiedades exitosa y rentable.